El pasado fin de semana, 19 y 20 de noviembre, tuvo lugar, en las instalaciones que la Federación Asturiana de Piragüismo tiene en el embalse de Trasona, el Curso de árbitros auxiliar, básico y nacional de A.T. y A.D.T. y maratón. En el curso participamos cerca de 20 personas entre las cuales había únicamente 4 mujeres.
A lo largo del curso vimos diferentes reglamentos, descubriendo en ellos alguna discriminación para las mujeres, como por ejemplo que para que dos clubes empatados por puntos desempaten se tienen en cuenta las carreras de hombre senior c1 y k1, los hombres juveniles k1 y c1 y como último recurso las mujeres senior.
También hablamos del Descenso Internacional del Sella y de la importancia de las mujeres en él. El Sella es una regata muy importante para muchas de nosotras, entre las que me incluyo, la ilusión que le pongo a esa regata no se la pongo a ninguna otra. En un momento de la conversación pregunté porque las mujeres no podemos remar la contrarreloj del Sella, y me argumentaron que la contrarreloj tampoco iba a alterar mucho nuestros resultados debido a que no solemos ser más de 15 personas en cada categoría femenina. Yo invité a pensar que igual la razón por la que menos niñas y mujeres hacen piragüismo es porque quizá no ven suficientes mujeres piragüistas en los medios, y sin duda darnos la oportunidad de competir esa contrarreloj, que atrae a mucha gente, sobretodo del oriente, es una oportunidad para que las niñas vean que las mujeres también remamos.
Me gustaría entender a las personas que niegan que las mujeres sufrimos discriminación. Entre casi 20 personas solo había 4 mujeres realizando el curso para ser árbitro o subir de nivel. El resto eran hombres, y las razones de que haya más hombres que mujeres no es casualidad, y está demostrado. El piragüismo ha sido tradicionalmente un deporte de hombres. Todo el mundo sabe quién es David Cal pero poca gente sabe quién es Teresa Portela, nuestra piragüista más laureada.
Me gustaría saber porque no ven discriminación en que hasta hace unos años, tres creo recordar, el premio monetario entregado a las mujeres era mucho mejor que el de los hombres. Y aquí llega el listo que me dice que a las canoas también les daban menos, yo le digo ¿y el premio monetario a la mujer canoa? No hay. Dar las gracias desde aquí a los que lucharon para que las primeras mujeres que cruzan el puente de Ribadesella reciban la misma recompensa que los primeros hombres.
Pero esto no es suficiente, porque en la mayoría de las regatas con premios monetarios la recompensa para nosotras sigue siendo menor, y cuando lo reivindico el primer argumento que encuentran quienes defienden esto es llamarme “feminazi”. Y que las mujeres somos inferiores físicamente, pero lo tenían tan claro que defendieron no dejar que Beatriz Manchón se midiera contra ellos en igualdad de condiciones.
Desde aquí quiero pedir a todas y a todos que no paremos hasta que las recompensas por hacer lo mismo sean las mismas. Para que a ninguna de las niñas que quieren hacer piragüismo, o que ya lo hacen, les digan que es un deporte de hombres, que tener espalda o brazos definidos no nos hace menos bellas ni menos femeninas.
Para acabar me gustaría dar las gracias a todas las personas que me ayudan, me apoyan y que están a mi lado, y en especial a Daniel Durán por darme la oportunidad de escribir y que lo lea tanta gente.
Laura Cabanas Fernández.
A lo largo del curso vimos diferentes reglamentos, descubriendo en ellos alguna discriminación para las mujeres, como por ejemplo que para que dos clubes empatados por puntos desempaten se tienen en cuenta las carreras de hombre senior c1 y k1, los hombres juveniles k1 y c1 y como último recurso las mujeres senior.
También hablamos del Descenso Internacional del Sella y de la importancia de las mujeres en él. El Sella es una regata muy importante para muchas de nosotras, entre las que me incluyo, la ilusión que le pongo a esa regata no se la pongo a ninguna otra. En un momento de la conversación pregunté porque las mujeres no podemos remar la contrarreloj del Sella, y me argumentaron que la contrarreloj tampoco iba a alterar mucho nuestros resultados debido a que no solemos ser más de 15 personas en cada categoría femenina. Yo invité a pensar que igual la razón por la que menos niñas y mujeres hacen piragüismo es porque quizá no ven suficientes mujeres piragüistas en los medios, y sin duda darnos la oportunidad de competir esa contrarreloj, que atrae a mucha gente, sobretodo del oriente, es una oportunidad para que las niñas vean que las mujeres también remamos.
Me gustaría entender a las personas que niegan que las mujeres sufrimos discriminación. Entre casi 20 personas solo había 4 mujeres realizando el curso para ser árbitro o subir de nivel. El resto eran hombres, y las razones de que haya más hombres que mujeres no es casualidad, y está demostrado. El piragüismo ha sido tradicionalmente un deporte de hombres. Todo el mundo sabe quién es David Cal pero poca gente sabe quién es Teresa Portela, nuestra piragüista más laureada.
Me gustaría saber porque no ven discriminación en que hasta hace unos años, tres creo recordar, el premio monetario entregado a las mujeres era mucho mejor que el de los hombres. Y aquí llega el listo que me dice que a las canoas también les daban menos, yo le digo ¿y el premio monetario a la mujer canoa? No hay. Dar las gracias desde aquí a los que lucharon para que las primeras mujeres que cruzan el puente de Ribadesella reciban la misma recompensa que los primeros hombres.
Pero esto no es suficiente, porque en la mayoría de las regatas con premios monetarios la recompensa para nosotras sigue siendo menor, y cuando lo reivindico el primer argumento que encuentran quienes defienden esto es llamarme “feminazi”. Y que las mujeres somos inferiores físicamente, pero lo tenían tan claro que defendieron no dejar que Beatriz Manchón se midiera contra ellos en igualdad de condiciones.
Desde aquí quiero pedir a todas y a todos que no paremos hasta que las recompensas por hacer lo mismo sean las mismas. Para que a ninguna de las niñas que quieren hacer piragüismo, o que ya lo hacen, les digan que es un deporte de hombres, que tener espalda o brazos definidos no nos hace menos bellas ni menos femeninas.
Para acabar me gustaría dar las gracias a todas las personas que me ayudan, me apoyan y que están a mi lado, y en especial a Daniel Durán por darme la oportunidad de escribir y que lo lea tanta gente.
Laura Cabanas Fernández.
Los premios económicos deberían ir en función de la competitividad que haya en la prueba, no es lo mismo ganar una prueba contra 3 contrincantes que contra 300, sin entrar a valorar la calidad de los competidores que eso sería algo más complicado de cuantificar. Desde mi punto de vista no se debería de premiar por igual a ambos vencedores aunque se hayan esforzado lo mismo, sean hombres o mujeres.
ResponderEliminarPor otro lado... hazte un blog o una página personal e intenta llegar al mayor numero de personas posible, sería una buena manera de enseñarle a las niñas que las mujeres también reman
Gracias por el comentario Guille.
EliminarSobre la primera parte, cada uno tenemos una opinión, pero lo que está claro es que hay que buscar la igualdad, o por lo menos ir poco a poco hasta que se consiga.
Sobre la segunda parte, yo ya invité a Laura a hacer su blog, pero hasta que pueda/quiera, sigo agradeciendo sus colaboraciones aquí.